Entre las décadas de 1960 y 1970, Augusto Roa Bastos ejerce una importante labor de crítico literario y difusor de escritores noveles en varias publicaciones porteñas: Los Libros, Crisis, Sur, son algunas de las más destacadas. Esta tarea no solo corre paralela a su escritura ficcional, sino que incluso funciona como un espacio en el que desarrolla sus propias concepciones sobre la literatura latinoamericana, las cuales desembocarán en su monumental Yo El Supremo, novela que marca un giro rupturista respecto de la narrativa roabastiana que la precede. Entre las tesis que despliega entonces el Roa Bastos crítico, la idea de "realismo profundo" condesa su intervención en el campo intelectual sesentista de modo múltiple. Encierra la apuesta de...